Desde niña me enseñaron que la educación me abriría puertas y eso es muy cierto, sin embargo, al llegar a China entendí que también puede ser un lujo.
Yo soy de Arequipa y llegué a Lima con la intención de tener mejores oportunidades profesionales y gracias al apoyo de mis profesores logré entrar al “Colegio Mayor” y luego ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Aunque sentí que estaba avanzando profesionalmente, no terminaba de sentirme completa.Participando siempre en voluntariados llegué a Canadá, al llegar ahí supe que mi camino era seguir explorando nuevas fronteras y para ello investigué qué idiomas podrían darme ventaja. Por esos tiempos del 2014, el auge fue China, así que decidí estudiar en ese país.
Estuve un año estudiando chino y cuatro una carrera profesional, aunque me cueste admitirlo fue un momento duro, porque necesitaba 20 créditos para aprobar por completo cada ciclo, pero llegaba a los 14 créditos. El factor del idioma jugaba en contra por la complejidad de escribirlo para aprobar a mis exámenes, sin embargo nunca me rendí y persistí hasta terminar mi carrera.
En mi universidad conocí amigos de intercambio de diversos países, conocí amigos de África, un país que, aunque tiene lugares muy bonitos y avanzados, también cuenta con otros donde se refleja la pobreza extrema. En una conversación con esos amigos sobre la cantidad de oportunidades que hay para crecer y no son aprovechadas, me revelaron una verdad dura y cierta: “cuando
tienes hambre no piensas en estudiar, sino en ganar dinero para vivir”.
Esa verdad conectó mucho conmigo porque es lo que también muchos vivimos en Perú. Ahí nació mi interés en llevar toda mi energía y enfoque en saber qué podría hacer para que muchas personas puedan ganar dinero, porque estudiar puede ser la mejor inversión en tu vida a largo plazo, pero tener un negocio te hará comer ahora.
Y estando en China, la tierra de las oportunidades, el negocio más lucrativo son las exportaciones e importaciones, así que necesitaba adentrarme en ese camino.
Empecé apalancándome de los recursos que ofrece China, ellos incentivan mucho el emprendimiento dando oficinas, pagando tus registros, contadores e incluso impuestos.Todo esto para que puedas animarte a emprender.Aunque yo no podía acceder a tales beneficios por mi tipo de visa, mis amigos sí podían, así que fundé una asociación donde se promovía las ideas de emprendimiento y juntaba personas con más experiencia para que compartieran su conocimiento. Todo esto lo realizaba en el campus de mi universidad, realizaba eventos para que otras personas con diferentes habilidades pudieran escuchar propuestas e ideas de negocio al que se pudieran unir y así poder asesorarlos para que aprovechen los recursos que el estado chino ofrece. Y así, entre todo este proceso de ayudar a más personas, tanto como intérprete y gestora,tuve la oportunidad de trabajar en una pequeña empresa exportadora.
Qué importante que así fuera, porque aprendí del proceso completo de las exportaciones, desde captar a los clientes hasta el proceso logístico.
En esos momentos recién estaban dando el boom Alibaba.com (el mercado chino más grande de importaciones), y para mí fue una gran oportunidad porque desde cero logramos implementar nuestra tienda online.
A partir de ahí, la empresa creció de manera constante porque hacer negocios con China siempre ha sido muy rentable por sus bajos costos y variedad de productos. Hoy en día todos usamos productos “Made in China”.
Sin embargo, lo más valioso que aprendí de ello fue crear vínculo con la gente de China, porque la cultura es muy diferente. Me explico: en Perú, si te entrevistan y no tienes las habilidades necesarias, con decir que puedes aprenderlo, eso demuestra tu interés y entrega, pero en China, con 1.4 billones de habitantes, si no tienes las habilidades, simplemente llaman al siguiente candidato, porque seguro que él sí las tiene. Aprender a crear vínculos con los chinos hizo que negociara mucho mejor para las empresas que asesoraba en importaciones.
Finalmente, habiendo mapeado este negocio, tengo las herramientas para cumplir mi objetivo de ayudar a muchas personas y poner este conocimiento al servicio de mi gente, porque puede dar rentabilidad a personas que requieran ganar dinero hoy, para comer hoy, para ayudar a su familia hoy y, si así lo quieren, estudiar lo que deseen.
